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Publicidad y propaganda engañosa ¿perjudicial para mi negocio?

  • Mag. Cra. Ma. Macarena Suárez
  • 21 jul 2019
  • 2 Min. de lectura

Ayer dio la casualidad que me topé con tres propagandas engañosas en tres lugares totalmente diferentes, distintos canales, rubros variados y sin dudas diferentes dueños.

Dos de ellas eran carteles con precios que al entrar a los locales no eran tales, los productos no estaban disponibles a ese costo y cuando consultabas, no sabían responderte, ni se hacían cargos. La otra fue por las redes sociales presentando un producto con expresiones ambiguas. También pueden ser aquellas que ocultan información, o utilizan mensajes que hacen que el comprador tome determinada decisión y no sea tal.

En base a ello me quede reflexionando lo mal que le hace al cliente está situación e interacciones con la empresa.

La experiencia cliente de ese momento de la verdad es negativa; contrariamente a lo que muchos piensan, la experiencia del cliente comienza en el primer contacto con la empresa, y no cuando entra al local o encarga el producto por una red o website. Y probablemente o se vaya en silencio o intente explicarle al vendedor lo que vio o compre el producto y no vuelva.

Los escenarios son negativos en estos puntos de contacto, por lo que, los empresarios deben pensar más de una vez, si necesariamente atraemos clientes de esta manera, porque, atraerlo para que se vaya a la competencia con una mala impresión, es sumamente negativo y probablemente no vuelva a confiar en la empresa.

Más allá que en Uruguay la publicidad engañosa está penada por ley, y se pueden presentar consultas y reclamos en materia de relaciones del consumo a Defensa del Consumidor.

Hay que cuidar las comunicaciones con el cliente y prestarle vital relevancia a la comunicación inicial, porque podrá definir la percepción, emoción y comportamiento de nuestros potenciales clientes.

No planificar las propagandas y publicidades es planificar el fracaso; hay que conocer los propósitos de la misma y hacia donde deseamos dirigirnos.

Una buena propaganda/publicidad no sólo vende el producto, sino, que construye la imagen de marca para mañana. Es decir, propone un beneficio al cliente y aprovecha el mensaje sus ventajas y limitaciones. Tenemos saber ¿qué decir?, ¿cómo decirlo?, ¿dónde decirlo?

A la vez, conocer cómo segmentar al público cada vez tendrá más y más relevancia.

Por ejemplo: al realizar una estrategia emocional, se logra una mayor retención que una racional, o utilizar colores es mejor que en blanco y negro.

Antes de hacer una propaganda engañosa, es importante asesorarse, porque en la mayoría de los casos es un error.

En lugar de aprovechar esos recursos y aplicarlos en una propaganda o publicidad que realmente atraiga clientes y no se sientan “estafados”

 
 
 

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